miércoles, 28 de diciembre de 2016

Tips para saber si tienes trastorno bipolar



  • El síntoma más común en el trastorno es la depresión

Actualmente no existe una cura pero muchas personas responden bien al tratamiento

CIUDAD DE MÉXICO (27/DIC/2016).- El trastorno bipolar es complicado de diagnosticar, por lo que en caso de tener alguna sospecha de padecerlo es importante ir con el médico, para que te realice los estudios correspondientes y descartarlo o tratar la enfermedad.

Una investigación llevada a cabo por la Clínica Mayo (EU) analizó 272 proteínas diferentes en la sangre de 288 pacientes (174 con trastorno bipolar y 141 individuos como grupo de control), identificó que 73 de las proteínas medidas difirieron entre los 4 grupos de estudio y 6 de ellas resultaron significativamente diferentes entre el trastorno bipolar y el grupo control.

“El potencial de tener una prueba biológica para ayudar a diagnosticar con precisión el trastorno bipolar establecería una gran paso en la práctica médica. Ayudaría a los médicos a elegir el tratamiento más adecuado para los individuos difíciles de diagnosticar”, explicó Mark Frye, líder del estudio.

Uno de los síntomas más severos que presentan los pacientes son las distintas etapas extremas que puede vivir el individuo con la enfermedad, ya que van desde las vertientes más altas, con episodios maníacos, a las más bajas con episodios de gran depresión.

Existen 4 formas en las que el trastorno bipolar puede presentarse:

Trastorno bipolar I: Episodios maníacos que duran al menos 1 semana o episodios depresivos a menudo de 2 semanas de duración.

Trastorno bipolar II: Episodios depresivos y episodios de hipomanía.

Trastorno bipolar III: Los síntomas no son específicos (hay síntomas bipolares, pero no se ajustan a los criterios anteriores).

Trastorno ciclotímico: Existen episodios de hipomanía y depresión leve durante al menos 2 años, pero sin cumplir los requisitos de los anteriores.

Actualmente no existe una cura para el trastorno bipolar, pero muchas personas responden bien al tratamiento indicado por su especialista.

martes, 20 de diciembre de 2016

México social: la epidemia de Obesidad


De acuerdo con el Inegi, entre 2006 y 2015 han fallecido un millón 716 mil 985 personas por cuatro causas directamente asociadas a la obesidad: 1) diabetes mellitus, 2) isquemias del corazón, 3) enfermedades hipertensivas y 4) diversas formas de hiperalimentación


20/12/2016 05:57  Mario Luis Fuentes / México Social

Los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 (Ensanut MC 2016) confirman que México vive una epidemia de obesidad y una de sobrepeso, las cuales se han convertido en los principales factores detonantes de la epidemia de diabetes, así como de las enfermedades hipertensivas asociadas a tales factores.

En ese sentido, la lectura dada por varios medios de comunicación a los resultados de la encuesta, destacando que “se redujo la prevalencia entre niños”, es sólo parcialmente cierta, pues esto ocurrió (de manera estadísticamente significativa) únicamente para niños hombres, y nada más para el caso del sobrepeso, no para la obesidad, y esto estrictamente para el grupo de 5 a 11 años de edad.

Para el resto de los grupos etarios los datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) muestran que la mayoría de las variaciones encontradas no son estadísticamente significativas y que, en general, puede hablarse de que entre los cuatro años que van de 2012 a 2016, las condiciones de obesidad y sobrepeso se han mantenido prácticamente sin cambio.

Frente a lo anterior, lo que sí incrementó fue el consumo de alimentos que tienen un impacto negativo en la salud de niñas y niños de 5 a 11 años. En efecto, el INSP consigna: “Se observó un elevado consumo de alimentos cuyo consumo cotidiano aumenta los riesgos de obesidad o enfermedades crónicas (grupos de alimentos no recomendables para consumo cotidiano): 81.5% consumen regularmente bebidas azucaradas no lácteas, 61.9% botanas, dulces y postres y 53.4% cereales dulces”.

Los riesgos en la adolescencia y la edad adulta

El INSP informa a través de la Ensanut MC 2016 que, al igual que entre la población de niñas y niños en edad escolar, entre la población adolescente (12 a 18 años) únicamente 26.9% consume regularmente verduras, sólo 63.1% consume regularmente leguminosas, mientras que el porcentaje de quienes consumen regularmente frutas es de 39.2%. En contraste con lo anterior, señala el INSP: “Se observó una elevada proporción de consumidores de grupos de alimentos no recomendables para consumo cotidiano: 83.9% consumen regularmente bebidas azucaradas no lácteas, 59.4% botanas, dulces y postres y 50.3% cereales dulces”.

Entre la población adulta la problemática es la misma: bajo consumo de verduras, frutas y legumbres, y un alto consumo de alimentos y bebidas, los cuales son factores detonantes y causantes de obesidad y sobrepeso. Los resultados de la Ensanut MC 2016 son, para la población mayor de 19 años: “Se observó una elevada proporción de consumidores de algunos grupos de alimentos no recomendables para consumo cotidiano: 85.3% consumen regularmente bebidas azucaradas no lácteas, 38% botanas, dulces y postres y 45.6% cereales dulces”.

La diabetes, el mal del siglo

Una de las peores consecuencias de todo lo anterior se expresa en el elevado número de personas diagnosticadas con diabetes mellitus, pues, según los datos de la Encuesta, 6.46 millones de personas padecen esta enfermedad. Para dimensionar este dato habría que considerar que, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Costa Rica, a mediados de 2016 ese país tenía una población total de 4.68 millones de habitantes, lo que significa que es mayor la cantidad de personas diagnosticadas con diabetes en México que el total de la población en Costa Rica.

La hipertensión, el otro asesino silencioso

Otro dato que llama poderosamente la atención en la Ensanut MC 2016 es la elevada prevalencia de hipertensión arterial, de 25.5%, total respecto del que se estima que 40% desconoce tener esta enfermedad.

En números absolutos, los datos reportados por la Encuesta indican que hay en el país 10.39 millones de personas que ya enfrentan este padecimiento. Para dimensionar esta cifra, habría que considerar que sería equivalente a la suma total de los habitantes de Costa Rica más los de El Salvador.

Les sube el colesterol

Asociado a estos padecimientos, se encuentra el hecho de que hay también una muy alta prevalencia de hipercolesterolemia, pues 44.5% de la población mayor de 20 años ha sido diagnosticado al menos en una ocasión con colesterol elevado. En números absolutos, este dato implica una suma de 8.42 millones de personas con esta problemática.

Definitivamente, un problema de peso

Hay un importante número de causas de mortalidad que encuentran entre sus factores causales la obesidad, y cuatro de ellas tienen una asociación directa: 1) diabetes mellitus, 2) las enfermedades hipertensivas, 3) las enfermedades isquémicas del corazón y 4) obesidad y otros tipos de hiperalimentación.

Al respecto, las estadísticas de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que entre los años 2006 y 2015 han fallecido 1,716,985 personas por las causas indicadas; en primer lugar, se encuentra la diabetes mellitus, con 823 mil 100 defunciones; en segundo lugar, las isquemias del corazón con 699 mil 064 casos; en tercer sitio, las enfermedades hipertensivas, con 182 mil 856 casos; mientras que por obesidad han fallecido 11 mil 965 personas. En conjunto, estos cuatro padecimientos provocan 20 defunciones por hora en el país.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Las unidades del dolor tienen una media de espera de tres a cinco meses



Mayka Sánchez  25 de noviembre de 2016


¿Quién no ha sufrido dolor físico en alguna, varias o numerosas ocasiones? Esta sensación acompaña al ser humano, en mayor o menor grado, desde que nace hasta que muere, de ahí que sea el primer motivo que conduce a consulta médica.

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor lo define como “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño tisular real o imaginario o descrito en términos de tal daño”. Es relevante subrayar que el dolor físico, con daño o no en los tejidos, tiene un gran componente emocional y, por lo mismo, la valoración del propio paciente es muy subjetiva, de ahí también que el umbral de resistencia al dolor sea muy diverso de una persona a otra.

La doctora Concepción Pérez, portavoz de la SED y jefe de la unidad del dolor del hospital universitario La Princesa, de Madrid, explica que este tipo de iniciativa “surgió en la década de los ochenta en Estados Unidos para dar respuesta a una necesidad por la complejidad en el manejo de nuevos tipos de dolor y por la creciente sensibilidad de la clase médica para aliviar al paciente de este sufrimiento”.

 Los procesos crónicos que con más frecuencia llegan a las unidades del dolor son lumbalgias, ciáticas, hernias discales, trastornos derivados de artrosis y artritis, dolores neuropáticos y dolores oncológicos

Datos de la Sociedad Española del Dolor (SED) apuntan que los procesos crónicos que con más frecuencia llegan a las unidades del dolor son lumbalgias, ciáticas, hernias discales, trastornos derivados de artrosis y artritis, dolores neuropáticos y, por último, dolores oncológicos. El gran problema de estas unidades en España es que tienen unas largas listas de espera, de hasta un año.

El dolor puede ser agudo o crónico (con una duración superior a tres meses), oncológico y no oncológico y, en este último caso, nociceptivo y neuropático. El nociceptivo afecta a los nociceptores o receptores del dolor y suele ser agudo, mientras que el neuropático es causado por una lesión directa sobre el sistema nervioso y suele ser continuo.

En virtud del informe Unidad de Tratamiento del Dolor. Estándares y recomendaciones de calidad y seguridad, elaborado en 2011 por el ministerio de Sanidad español, el dolor crónico es un importante problema de salud pública en los países desarrollados “por su elevada prevalencia y sus costes socioeconómicos, y que afecta al 15%-20% de los adultos y al 50% de los mayores de 65 años”. Es, igualmente, como lo considera la Organización Mundial de la Salud (OMS), una enfermedad en sí misma. Un reciente estudio epidemiológico desarrollado en España en atención primaria evidenciaba que el 30,9% de quienes consultaban por dolor era por el crónico y con un alto componente neuropático.

Diferencias entre comunidades autónomas

En España se crea la primera unidad del dolor como tal en 1966, dentro del servicio de anestesiología y reanimación, en la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, según un documento de la SED. Actualmente existen más de 180, entre los sectores público y privado, muy desigualmente repartidas por todo el territorio nacional en número y en dotación de personal y medios. Con diferencia, las comunidades autónomas más favorecidas son las de Madrid, Cataluña, Andalucía y País Vasco. Extremadura fue pionera en 2003 en constituir un Programa Regional del Dolor. La gran mayoría dependen funcionalmente de los servicios hospitalarios de anestesiología y reanimación.

 Las unidades del dolor están desigualmente repartidas por todo el territorio nacional en cuanto a número y dotación de personal y medios

“Lo deseable sería”, dice la doctora Pérez, “que en todos y cada uno de los hospitales existiese una unidad del dolor acorde a las características del centro y a la población que atiende. Es aconsejable asimismo que haya una de alta complejidad por millón de habitantes. Otra peculiaridad es que estas unidades son multidisciplinares y están formadas por anestesiólogos, internistas, psicólogos, psiquiatras, neurocirujanos, farmacólogos, investigadores básicos, rehabilitadores y demás especialistas que puedan estar implicados en el difícil manejo del dolor crónico, que son los pacientes que vienen remitidos por el médico de atención primaria, si bien la mayoría lo son por el especialista, por no haber respondido a otros tratamientos farmacológicos convencionales”.

Como advierte el doctor Javier de Andrés, jefe de la unidad del dolor del hospital universitario La Paz, de Madrid, “atendemos fundamentalmente dolor crónico benigno y en gran parte de origen neuropático, por lo ha pasado más bien a segundo plano la farmacología para protagonizar los tratamientos las técnicas intervencionistas, como bloqueos nerviosos, procedimientos de administración por vía epidural de analgésicos o sistemas de estimulación transcutáneos”.

Este especialista agrega que, pese a que la valoración del dolor es muy subjetiva según cada paciente, se va disponiendo de estudios electrofisiológicos que ayudan al médico a un diagnóstico más preciso, y asimismo “se tiene muy en cuenta cómo repercute el dolor en su funcionalidad y calidad de vida, parámetros que del mismo modo servirán para medir la respuesta al tratamiento”.

El doctor De Andrés se lamenta, como denuncia la SED, de que debería haber más unidades del dolor para evitar las largas listas de espera que tienen algunos hospitales y que en primera consulta suele ser de media, como mínimo, de cuatro o cinco meses, y a veces de bastantes más : ”No obstante, disponemos de un triaje o protocolo de selección para dar prioridad a unos pacientes u otros. Cuando son dolores oncológicos o neuropáticos, los vemos en una semana”.

No obstante, el problema del dolor está totalmente infravalorado en los programas de pregrado, según el jefe de la unidad de La Paz: “Apenas tiene relevancia en los planes de estudio, cuando tiene entidad para dedicarle mucho más tiempo e importancia de los que se ve en las facultades de Medicina y luego es grande el choque con la realidad clínica”.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Personas con discapacidad; trasladarse es todo un desafío



Este sector de la población se enfrenta cada día a pendientes en accesibilidad en sistemas de transporte. Falta de elevadores, rampas mal hechas, aceras invadidas e indiferencia de la gente son el día a día de la población con problemas físicos de movilidad

03/12/2016 05:38  Jonás López y Lilian Hernández

En la Ciudad de México viven casi 482 mil personas con uno o más tipos de discapacidad que requieren mejor accesibilidad en el transporte público.

Este segmento de capitalinos casi iguala al total de habitantes de Celaya, que son 495 mil; es casi el doble que los de Pachuca, que tiene 277 mil; casi el triple que Guanajuato con 184 mil y más de cinco veces a los de Cozumel, que suma 86 mil.

En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el reto aún es facilitarles el tránsito en el transporte público hacia el trabajo, la escuela y su regreso a casa.

Aunque sistemas como Metrobús, M1 y Metro han invertido los últimos años en acciones para garantizar la accesibilidad, aún tienen mucho por hacer y en el gremio de los taxis, autobuses, micros y vagonetas hay más pendientes.

Uno de los problemas es que originalmente la ciudad no se pensó para ser amigable para las personas con discapacidad motora. Fue a partir de 1990 cuando se comenzaron a construir e instalar rampas y elevadores en las calles, así como designar espacios reservados y otros elementos, afirmó en entrevista Fidel Pérez de León, director del Instituto para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad (Indepedi)

Esta ciudad no se construyó para que personas con discapacidad podamos salir o vivir, no solamente en el tema de accesibilidad, sino en cualquier otro. Las personas con discapacidad de los años 60 no salíamos de nuestra casa, es hasta los 90 cuando comenzamos a salir y a decir: aquí estamos, somos personas, tenemos una condición de vida, somos exactamente igual que todos, tenemos los mismos derechos y queremos hacer lo mismo que hace cualquier persona”, sostuvo.

Actualmente el único  transporte mayoritariamente abordable es el Metrobús, aunque estudios de organizaciones como El Poder del Consumidor han demostrado que sólo 42% de sus rampas de acceso están alineadas con las marcas del cruce peatonal.

En el Metro se han instalado 129 elevadores, ni uno por estación, pues la red del Sistema de Transporte Colectivo cuenta con 195 paradas.

También existe una flota de 200 taxis preferentes, con mayor espacio, de un parque vehicular de 140 mil unidades.

En autobuses, vagonetas y microbuses es prácticamente nulo el avance, pues los concesionarios no quieren invertir en unidades con rampas automáticas, que elevan entre 20 y 30% el costo del vehículo.

Nos encontramos con una ciudad que no es accesible no solamente en el transporte, sino en medios físicos; no es accesible en la comunicación ni tampoco en información. Lo que estamos planeando hacer es una ciudad con diseño universal”, agregó.

Dijo que se busca que el Fondo de Accesibilidad no tenga recortes en 2017 y mantenga 700 millones de pesos.

PIDEN MÁS VISIBILIDAD

Pérez de León llamó a la población a respetar los espacios y equipamiento destinadas a personas con discapacidad.

Es importante la puesta de elevadores porque las personas que tienen silla de ruedas no tienen movilidad, como en mi caso, para desplazarnos en el Metro. Ahí se empezaron a poner elevadores y todo mundo los quería usar, entonces se comenzó a entregar una tarjeta con un chip para que sólo las personas con discapacidad puedan abrir el elevador; se tuvo que hacer eso porque nos hace falta más sensibilización, más concientización de la población que no tiene discapacidad”, dijo.

Indicó que a pesar de que la ciudad es de las entidades que ha diseñado más espacios exclusivos para personas en esta condición, los capitalinos siguen desdeñando las leyes y falla la cultura de inclusión.

Por más reglamentos que se publiquen, si la gente no los respeta, no se puede hablar de inclusión; seguimos viendo que se estacionan en los cajones exclusivos, frente a rampas de banquetas o utilizan los elevadores del Metro”, resaltó, por lo que insistió en la importancia de visibilizar a quienes tienen algún problema físico, mental, auditivo o del habla, ya que tienen los mismos derechos para desarrollarse en la vida diaria que la población en general.