En cuatro años los casos registrados por el IMSS pasaron de 4 mil 853
(2012) a 12 mil 9 (2015); la pérdida gradual de la capacidad auditiva es la
principal afección que padecen los trabajadores de la República
08/01/2017 06:02 David Vicenteño
Entre los años 2012 y 2105
el número de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS) que reportaron una enfermedad laboral aumentó 147%, de acuerdo con el
informe Memorias Estadísticas de ese organismo.
De esta forma, en 2012 se reportaron 4 mil 853
casos de “Enfermedades de trabajo, según naturaleza de la lesión”, las que
pasaron a 6 mil 364 al año siguiente, luego fueron 8 mil 301 en 2014 y hubo un
total de 12 mil 9 casos en 2015.
El informe establece que la hipoacusia, la
pérdida gradual de la capacidad auditiva, es la principal enfermedad que afecta
a la planta laboral del país, registrada ante el IMSS.
En este caso, durante el año 2015 se reportaron
mil 790 casos de ese malestar, 14.9% del total de las enfermedades reportadas
ese año.
Las dorsopatías, enfermedades no inflamatorias de
la espalda, ocurrieron en mil 242 casos, 10.3% del total; mientras que las
neumoconiosis, la inflamación del aparato respiratorio por polvos minerales o
vegetales, se reportó en mil 106 trabajadores, equivalente a 9.2% del total de
las enfermedades de 2015.
Otras enfermedades, como las relacionadas con el
ojo y sus anexos, se reportaron en 933 casos; las intoxicaciones en 917, el
síndrome del túnel carpiano, ese que se achaca al uso del mouse de las
computadoras, se reportó en 540 ocasiones.
En ese año hubo 140 casos de trastornos mentales
y del comportamiento, 39 de asma relacionada con la actividad laboral y 32
casos de lo que se denomina “cáncer ocupacional” en la lista de enfermedades
laborales.
MODIFICAN TABLA DE
ENFERMEDADES
Desde abril de 1970, hace ya casi 47 años, está
vigente la Tabla de Enfermedades Laborales, integrada por un listado 161
padecimientos, la que será actualizada para pasar a 185, de acuerdo con la
propuesta de la Comisión Consultiva Nacional de Seguridad y Salud en el
Trabajo.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social
(STPS) concluyó con la actualización de la lista en agosto del año pasado y
procedió a enviarla a la Cámara de Diputados para su aprobación, y así se pueda
proceder a los trámites para el pago de tratamientos y pensiones de quienes las
padecen.
Para la actualización del nuevo listado se
eliminaron 49 enfermedades, debido a que, en algunas de ellas, se detectó que
eran síntomas de otros males y no propiamente un padecimiento.
Con el nuevo listado se agregaron 73 nuevas
enfermedades, siendo el cáncer de origen laboral el malestar que registró el
mayor número de incremento, al pasar de cuatro a 23 tipos diferentes.
En un hecho histórico, digno de ser destacado, se
incorporó a la Ley Federal del Trabajo dos tablas importantísimas en materia de
seguridad y salud en el campo laboral, la de Enfermedades de Trabajo y la de
Evaluación de Incapacidades Permanentes, que datan del 1 de abril de 1970.
Es decir, estas tablas tenían 46 años y medio de
vigencia y, por supuesto, ya estaban obsoletas, no acordes con la morbilidad y
siniestralidad que se presenta en el ámbito laboral”, explicó Ignacio Rubí
Salazar, subsecretario de Previsión Social de la STPS.
En la nueva lista, los males infecciosos y
parasitarios tuvieron incremento de 21 a 40 tipo diferentes, mientras que las
enfermedades del ojo pasaron de 19 a 29.
Las enfermedades del sistema osteomuscular y del
tejido conjuntivo pasaron de seis a 14; mientras que las del sistema
circulatorio, de la sangre y órganos hematopoyéticos aumentaron de una a cinco
tipos diferentes.
En la misma cantidad aumentaron los males de
endocrinología y genitourinarias, al pasar de una a seis tipos; las
intoxicaciones aumentaron de 37 a 40 tipos.
Para el nuevo listado se integraron dos
enfermedades del sistema digestivo que no estaban consideradas, y los
trastornos mentales ocasionados por la actividad laboral pasaron de uno a tres
tipos diferentes.
La STPS establece que las enfermedades de trabajo
son resultado de la exposición de los empleados, por un lado, a tres tipos de
agentes: físicos, químicos y biológicos; y, por otro, a dos factores de riesgo:
sicosocial y ergonómico.
En el primer caso se considera que el trabajador
está expuesto a altas temperaturas, al contacto o exhalación de sustancias
químicas, o la existencia de bacterias en los espacios donde se desarrolla su
empleo.
Mientras que el segundo caso, los empleados se
exponen a intensas cargas de trabajo, a largas jornadas laborales, así como al
uso continuo de máquinas, equipo o herramientas.
Destaco brevemente, cánceres de origen laboral,
enfermedades derivadas de afectación de los trabajadores por factores de riesgo
sicosocial, enfermedades derivadas de la exposición de los trabajadores a los
factores de riesgo ergonómico.
Hemos mencionado estas enfermedades
músculo-esqueléticas, que se derivan precisamente del desarrollo de actividades
productivas bajo esquemas diferentes a los que tradicionalmente se venían
realizando con la incorporación de maquinaria, equipo, herramienta que
anteriormente no se utilizaba, y el ejemplo de esto es el túnel carpiano”,
comentó el subsecretario Rubí Salazar.
Se explicó que el llamado estrés laboral tiene su
origen en intensas cargas de trabajo, las largas jornadas laborales,
acompañadas de gran esfuerzo mental y físico.
Este ambiente se ha detectado en entornos
organizacionales inadecuados, tanto en oficinas, fábricas o el campo agrícola,
y entre los factores de riesgo sicosocial se encuentran el estrés laboral y
económico, así como las adicciones al alcohol, tabaco o drogas.
Otro tipo de enfermedades se generan debido al
entorno de riesgo al que se expone el trabajador, por la misma naturaleza del
empleo, con el uso de agentes químicos o biológicos.
Espacios en donde desarrollan su actividad
productiva, en donde hay altísimas temperaturas, o en el caso a la exposición
de agentes químicos, la exposición de los trabajadores a este tipo genera otro
tipo de enfermedades del sistema respiratorio o cánceres.
De tipo biológico, por ejemplo, personas que
trabajan en los sistemas de drenaje, donde una gran cantidad de bacterias se
encuentran presentes, se exponen a enfermedades del sistema respiratorio o
digestivo”, indicó Rubí Salazar.
COAHUILA, ENTIDAD
ENFERMA
De acuerdo con la Memoria Estadística del IMSS
2015, de los 12 mil 9 casos de enfermedades reportadas ese año, 8 mil 113
correspondieron a hombres y 3 mil 896 a mujeres, registrados ante el organismo.
En el listado destaca Coahuila como la entidad
con la tasa más alta de empleados que reportan una enfermedad, con 35.4 por
cada 10 mil trabajadores.
Según las estadísticas, en esa entidad, del total
de enfermedades reportadas en 2015, hubo un total de 2 mil 524 casos, 21% del
total, de los cuales 2 mil 227 fueron hombres y 297 mujeres.
Le sigue en la lista el Estado de México, que se
divide en zona Oriente y Poniente para cuestiones administrativas del IMSS, con
un total de 961 casos, 647 hombres y 314 mujeres.
Siguen en la lista de más trabajadores que
reportaron una enfermedad, Sonora con 749, 362 hombres y 387 mujeres; Jalisco
con un total de 703 empleados enfermos, 390 hombres y 313 mujeres.
La Ciudad de México, dividida también, pero en
zona Norte y Sur, reportó 440 trabajadores con un padecimiento en 2015: 240
hombres y 200 mujeres.
Donde
más se trabaja
De acuerdo con la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos México es el país miembro donde se
trabaja más al año (dos mil 246 horas) y donde las personas se retiran a la
edad más avanzada (73 años, en una nación cuyo promedio de vida es de 75).
La mayoría de las legislaciones mundiales
estipulan que una persona debería laborar 40 horas a la semana como máximo,
pero la nuestra establece 48 (sin contar tiempos extras), lo cual llega a
generar afectaciones a nivel orgánico, sicológico e incluso social, pues el
trabajo excesivo deteriora las relaciones familiares e interpersonales.
Así, si una persona labora 11 horas al día es dos
veces más propensa a padecer depresión, y si lo hace durante 55 a la semana, su
riesgo de sufrir un infarto es 33% mayor.