martes, 19 de mayo de 2020

Salud mental, la otra víctima de la crisis por covid-19


18 de mayo 2020
Las muertes y contagios son solo una cara de la pandemia: del otro lado están quienes todos los días se enfrentan al miedo, estrés, ansiedad y violencia detonada por el encierro. Estas son algunas de las historias de chilangos que han encontrado un alivio en las líneas de atención piscológica durante la contingencia.
Por Diana Delgado Cabañez(@Diana_DelCab)
Sentía que el pecho le quemaba como si, por segunda vez, el virus se apoderara de su cuerpo. Era miércoles cuando un hombre de mediana edad levantó el teléfono, su voz era agitada y sus palabras entrecortadas, pero alcanzó a decir que tenía miedo de volver estar enfermo.
Llevaba dos días en casa cuando dejó de confiar en el alta médica y en el resultado NEGATIVO que marcaba su prueba del SARS-CoV-2. El aire le faltaba y el calor en el pecho le parecía insoportable. Todo empeoró al no conseguir el tanque de oxigeno que le recomendaron para mejorar su respiración. Estaba seguro que de nuevo había enfermado y para no contagiar a su familia recurrió al doble aislamiento.
“Era una persona que en su momento se puso muy mal, estuvo hospitalizado y logró recuperarse, el problema fueron las sensaciones que empezó a tener al estar en casa y que lo llevaron a encerrarse en un cuarto. Cuando nos marcó, llevaba cinco días de una segunda cuarentena, pero conforme avanzó la llamada nos dimos cuenta que los síntomas no eran de coronavirus: tenía ansiedad y ataques de pánico”,explicó David Amaya, jefe del Programa de Atención Psicológica a Distancia de la UNAM.
Amaya Mora es el encargado de coordinar, vía remota, a las 80 personas que atienden las 30 líneas delcall centerde apoyo de la Facultad de Psicología, que mezcla profesionistas y estudiantes de los últimos semestres de la carrera.
Quienes están del otro lado del teléfono en las líneas de atención psicológica durante la contingencia ofrecen un modelo de “intervención breve” y “consejo breve”, que consiste en una sesión única de hasta una hora y, en casos necesarios, de un seguimiento de máximo ocho sesiones.
De acuerdo con estadísticas del Programa, el promedio de llamadas mensuales que reciben es de mil 200; sin embargo, a partir del aislamiento social por la pandemia los números aumentaron: en abril registraron mil 600 y la primera semana de mayo cuadruplicaron su promedio diario al recibir 165 llamadas al día, por lo que estiman que el aumento de atenciones será exponencial.
Este panorama no sólo impactará a la CDMX. El 14 de mayo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo un llamado a que los países refuercen sus sistemas de atención a la salud mental, pues históricamente en las crisis económicas los niveles de suicidio y consumo de sustancias aumentan.
En el caso de las afectaciones psicológicas derivadas de covid-19, los más vulnerables son el personal de salud, los adultos mayores, los adolescentes y quienes viven con enfermedades mentales preexistentes. Según datos de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, alrededor de 30% la población presenta un trastorno mental pero solo 1 de cada 5 recibe tratamiento.

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